Hoy leía un interesante artículo en "El Mundo" sobre el negocio del "running" y me ha parecido apropiado para reproducirlo en mi blog.
Yo me considero un corredor amateur y suelo salir a correr dos o tres veces por semana, con distancias de entre 15 y 20 kilómetros normalmente.
Correr para mí ha sido siempre un medio para desconectar y, al tiempo, mantenerme en forma. Corro desde la adolescencia, aunque durante un periodo de años, tras mi formación universitaria e incorporación al mundo laboral, dejé de lado su práctica hasta hace un par de años, momento éste en el que lo retomé. El hecho es que yo realmente no he sido consciente realmente de lo que se cuenta en el artículo hasta haberlo leído esta mañana: La crisis (lo que implica) ha hecho que mucha gente opte por este deporte, de poco coste en una inicial aproximación al mismo, en detrimento de opciones tradicionales mucho más onerosas...
Como digo, creo que es una interesante lectura, que reproduzco a continuación.
Saludos.
Raúl.
http://www.elmundo.es/economia/2014/01/19/52daf5db22601d436e8b4574.htmlYo me considero un corredor amateur y suelo salir a correr dos o tres veces por semana, con distancias de entre 15 y 20 kilómetros normalmente.
Correr para mí ha sido siempre un medio para desconectar y, al tiempo, mantenerme en forma. Corro desde la adolescencia, aunque durante un periodo de años, tras mi formación universitaria e incorporación al mundo laboral, dejé de lado su práctica hasta hace un par de años, momento éste en el que lo retomé. El hecho es que yo realmente no he sido consciente realmente de lo que se cuenta en el artículo hasta haberlo leído esta mañana: La crisis (lo que implica) ha hecho que mucha gente opte por este deporte, de poco coste en una inicial aproximación al mismo, en detrimento de opciones tradicionales mucho más onerosas...
Como digo, creo que es una interesante lectura, que reproduzco a continuación.
Saludos.
Raúl.
Diario El Mundo.
Por Pablo R. suances (19 enero 2014)
En el mundo de los deportes las fiebres son habituales. Que después de un mundial o unas Olimpiadas se dispare la afición por una disciplina. O tras el estreno de una película o una hazaña individual. Lo que no es normal es que de lo peor de la peor de las crisis nazca una pasión tan fuerte como la que se ha generado en España por el running. No ocurrió en 1992 tras el oro de Cacho en Barcelona. Ni con las victorias de los maratones de Abel Antón y Martín Fiz. Pero ha ocurrido ahora.
http://www.elmundo.es/economia/2014/01/19/52daf5db22601d436e8b4574.html
Alejandro Calabuig, director de la revista 'Runners', explica que «el boom no ha sido repentino, pero coincide con la crisis económica. Los motivos son múltiples: la gente que lo practica tiene una edad media de 28 años, elevada respecto a otras disciplinas, cuando los deportes de equipos son difíciles de conciliar con familias y trabajos. Luego está el tema del dinero, porque es más barato que otros. La equipación es barata y simple. Y hay un fenómeno de contagio colectivo».
En 2013 se vendían 2,2 millones de zapatillas, el doble que en 2009
Las cifras del volumen del sector se mueven en una horquilla amplia, pero los últimos tres años han sido espectaculares para marcas, organizadores y empresas relacionadas con el correr, con miles de puestos de trabajo directos e indirectos. La consultora NPD Group estima que la industria genera más de 300 millones de euros al año en nuestro país.
Jaume Ferrer, director de Sportpanel, empresa especializada en datos de mercado del sector del deporte, señala que «la actividades running supusieron en el año 2012 el 10,70 % del total de ventas en artículos deportivos en España». Según sus cifras, en 2013 se habrían vendido en España aproximadamente 2,2 millones de zapatillas de correr, sin contar los datos de El Corte Inglés o Decathlon, que tienen una cuota de mercado del 16%. En 2009 se vendieron 1,1 millones, y en 1997, apenas 430.000, lo que refleja el auge. Además, sus registros indican que el coste medio de las mismas ha pasado de 57 euros en 2007 a 67 euros el año pasado. Sólo por esa partida el negocio sería de 152 millones, a sumar el resto de ropa, carreras, aplicaciones, relojes, publicaciones, etc.
Alberto Gaudioso, responsable de Marketing de Asics España, califica el 2013 como «extraordinario. Hemos crecido un 30% en total, un 40% en productos de más de 75 euros. Un año histórico tras ocho seguidos con crecimientos de doble dígito».
Dos millones y medio de corredores
Las encuestas de 'Runners' hablan de dos millones y medio de corredores en nuestro país «entre los de élite y los que salen una vez a la semana», cifras que coinciden con los números de Sportpanel y de la venta de zapatillas. Algunas estimaciones hablan de más, y todos creen que no se ha tocado fondo y que queda mucho camino por recorrer. «Hay una competencia brutal. Antes en esto estábamos las tiendas especializadas y unos pocos más. Ahora hay mucha competencia, todos se ha subido al carro. Como tienda hago menos negocio que antes», reconoce Luis Hita, de Marathinez, una veterana tienda madrileña muy conocida que ahora hace 'tours' por todo el mundo con ocasión de las grandes carreras.
Cientos de corredores durante la Medio Maratón 'Rockera' de Villaverde 2013.esesoyyocorriendo.com
Paco Noguera, socio fundador de Carreraspopulares.com, web de referencia para los atletas aficionados, asegura que «no hay burbuja, le queda mucho recorrido. La crisis no ha afectado al 'running', sino que le ha beneficiado. Todo el mundo lo está pasando mal, pero ese pequeño gasto de cuotas de inscripción es lo último que quieres cortar porque es tu momento de evasión».
Además, en un país de casi seis millones de parados se combinan dos factores clave: más tiempo disponible y menos recursos económicos. Muchas familias no pueden pagar cuotas de gimnasios, pero quizás sí el coste de unas zapatillas.
Noguera explica que su web incorpora todas la carreras que existen en España «si no está, no existe. En 2013 hemos llegado a 3.000 carreras populares, sin incluir duatlones y triatlones. En 2000, cuando empezamos, esto era completamente diferente. Parece que no han pasado 13 sino 100 años». Según sus datos, desde 2008 el número de pruebas populares «se ha disparado un 50%».
«Uno de los grandes cambios en el running es que hubo una primera fase en la que lo financiaban los ayuntamientos. Se creó una posición confortable pero que al tiempo lo tenía constreñido. Eran carreras generalmente gratuitas y Valencia era el paraíso. Pero hoy ya no pueden hacerlo. Lo financian los corredores y los patrocinadores. Y eso ha hecho que cuando pagas, exiges servicios de calidad. Kilometraje, información, seguros». Lo que ha generado, a su vez, una enorme industria de empresas organizadoras de eventos, de marketing deportivo, de entrenamiento, de material y de viajes.
Raúl Fuentes, director de comunicación de Last Lap, la firma organizadora de la San Silvestre Vallecana o las Sanitas Marca Running, señala que «el boom empieza aproximadamente en 2005. Es cuando más carreras populares comienzan a organizarse y cuando la participación empieza a subir como la espuma».
La carrera madrileña, que se disputa el último día del año, es el ejemplo perfecto. Nike comenzó a esponsorizar los 10 kms en 1997 y Last Lap empezó su organización en 1999. La evolución de la participación es brutal. Ese año hubo 6.500 corredores. En 2005, 17.500. Y en 2013, en su 50º aniversario, 40.000. Y porque el ayuntamiento lo limitó.
Según la National Sporting Goods Association, al cierre de 2012 había en Estados Unidos 51 millones de corredores, de los cuales casi 30 millones salen más de 50 días al año. El impacto en las ventas es claro: 44,6 millones de zapatillas especializadas, siete millones y medio más que en 2010. Desde 1998, los ingresos por esta partida se han doblado, desde 1.470 millones de dólares a 3.040.
Inversión
Los españoles se han unido a ese movimiento. Luis Hita lo explica: «El interés por ir fuera es cada vez mayor. No sólo a Europa, sino a EEUU o sitios exóticos. Cada año enviamos a más de 700 corredores a maratones internacionales». «Un pack, con el dorsal y tres noches de hotel en París puede salir por unos 400 euros. Luego los hay de hasta 3.000 euros, como el de Nueva York o el que hemos hecho de Sudáfrica, de 10 días con visitas a parques nacionales». Los operadores son los que se hacen con los derechos de los dorsales cuando las grandes pruebas los sacan, y después los redistribuyen entre sus clientes. Un dorsal para una prueba como la de Nueva York puede venderse por 600 dólares a través de una agencia especializada.
Un pack para ir al maratón de Nueva York con dorsal vale 3.000 euros
Las pruebas locales son más baratas. En la San Silvestre de Madrid, por 20 euros, hay derecho a camiseta-dorsal, un chip de cronometraje, seguro, asistencia médica en toda la carrera y aparición en los resultados de carrera o guardarropa.
Lo necesario para correr es básico: pantalón, camiseta y zapatillas. Se puede conseguir todo por 40 euros, pero los expertos recomiendan una inversión mayor por salud. Desde 100 euros para unas zapatillas a sumar pantalones, mallas, camisetas térmicas en invierno, cortavientos, un reloj con GPS y medidor de velocidad, distancia o ritmo, disponibles por entre 100 y 300 euros. «Se vende mucho más textil y accesorios de lo que pensamos.Aproximadamente un 40% de nuestro negocio es textil», aclaran en Asics Iberia.
La implicación de las marcas ha sido decisiva. Adidas, Nike y la japonesa Asics, que se reparten el 72% del mercado, han experimentado un crecimiento increíble. Y han logrado modernizar la imagen. «Ya no es el chandal ochentero. El material ayuda, porque no es arcaico. Salir a correr ya no es 'friki', sino que mola. El 'running' es el nuevo golf. Ahora grandes directivos quedan para hablar corriendo por un parque», añade Calabuig, cuya revista, que nació en 2002, cerró 2013 con los mejores resultados de su historia y 600.000 usuarios únicos al mes en la web.
Eric Teruel, fundador de Finixer, red social para deportistas, ha calculado que «los deportistas que compiten en deportes como 'running', triatlón o 'trail running gastaron' en 2012 750 euros de media en material, sin contar las bicicletas».
El coste de las pruebas populares es otra historia. «No hay precio fijo pero se suele tener la referencia del euro por kilómetro, más o menos», aclara Paco Noguera. Sin embargo, al calor de todo el 'boom' la inscripción tampoco han dejado de subir, generando malestar entre los corredores veteranos.