Monday, 11 June 2012

DIRECCIÓN: Cualidades que debe tener un buen gerente según Ajime Karatsu.


Las enseñanzas de Karatsu
  
Hajime Karatsu (ganador del Premio Deming) nos dice en su obra “CTC: La sabiduría japonesa”, que una organización sólo puede transformarse cuando un directivo capaz asume el mando
  
Ahora bien, ¿cuales son las aptitudes que debe poseer un buen directivo?. Según Karatsu son: 
  
Conocimientos especializados: de entrada, un directivo necesita conocimientos básicos sobre el proceso de producción. Es lo que se espera de todo el mundo, y cuanto más alto es la pirámide de la empresa esté, más conocimientos debe tener.

Conocimientos generales: no importa lo bueno que sea en su campo, sin conocimientos generales un directivo puede ser considerado como “un loco de su propia especialización”. 
  
Entusiasmo: no importa que se tengan buenos conocimientos generales y especializados, una persona falta de entusiasmo no está en condiciones de llegar a ser un director. Un director tiene que parecer una enciclopedia andante, pero sin espíritu de lucha, no podrá dirigir a sus subordinados. 
  
Sentido común: tener entusiasmo no significa repetir la misma cosa una y otra vez o regañar a los subordinados.
Una persona bien informada y motivada que carezca de sentido común es probablemente el peor tipo de director. ¿Quién es un director sensato? La persona que posea sabiduría y sentido común. 
  
Trabajo en equipo: cada director es la cabeza de su propia organización. No importa lo capaz y entusiasta que sea, el director que no sepa trabajar en equipo no puede motivar a sus subordinados. 
  
Imparcialidad: los subordinados siempre son conscientes de cómo los considera su director. Si han sido tratados injustamente, están menos motivados para hacer su trabajo. Cuanto más alto esté un directivo en la pirámide de la empresa, más importancia debe dar al hecho de tratar equitativamente a los subordinados. 
  
Comprensión: es la capacidad de captar rápidamente y con precisión lo que otra persona está diciendo.
Un subordinado perderá interés rápidamente si tras una cuidadosa presentación las observaciones del directivo son irrelevantes. Los subordinados están dispuestos a prestar ayuda en los momentos difíciles en la medida en que sientan que lo que ellos ofrecen es comprendido y apreciado. 
  
Poder de persuasión: no importa lo bueno que sea un plan, si un directivo es incapaz de persuadir a los demás para que lo adopten, no irá a ninguna parte. Sin capacidad de hablar persuasivamente es imposible dirigir gente. 
  
Estabilidad: cuando un directivo carece de confianza en sí mismo los subordinados pueden no saber cómo actuar. 
  
Intrepidez: poner en ejecución un plan requiere intrepidez. La dirección siempre conlleva algunos riesgos; la intrepidez y el coraje son esenciales para hacerles frente. 
  
Responsabilidad: nunca culpe a los subordinados por un error; asuma la responsabilidad usted mismo. Y no se apropie de sus aciertos en lugar de ello reconozca su éxito. 
  
Sensibilidad: en cualquier país, las buenas relaciones humanas comienzan con la sensibilidad ante los sentimientos de los demás. 
  
Estas son, según Hajime Karatsu, las cualidades que un directivo necesita para administrar una organización de forma efectiva.