Sunday 16 March 2014

GESTIÓN >> Directivos españoles por el mundo.

Exploradores, conquistadores y nómadas.

Como las multinacionales foráneas, las españolas llevan varias décadas respondiendo a la globalización de la economía diversificando el talento de sus plantillas y llevando a otros países a sus mejores profesionales para acometer la expansión internacional. Pero las políticas de expatriación de sus empleados cambian con el signo de los tiempos. Y la crisis ha impactado en ellas.

Actualmente las multinacionales españolas no solo han incrementado el personal que destinan fuera del país para compensar con la actividad internacional la mala situación española (es algo generalizado, como demuestra el hecho de que compañías como Ford hayan pasado en apenas dos años de contar con 500 expatriados a tener 1.500, explica Juan Antonio Ros, presidente de Eres Recolocation Services en España); también han rebajado los paquetes retributivos de sus expatriados, han reducido la duración de sus asignaciones internacionales, y las condiciones de repatriación ya no figuran entre sus mayores preocupaciones del proceso de movilidad “porque ahora hay muchos más profesionales que antes pidiendo trabajar en otros países, e incluso queriendo desarrollar una carrera internacional, de ahí que cada vez sea menos común firmar las condiciones del retorno”, asegura Ros. Telefónica indica, por ejemplo, que algunos de los países en que está presente tienen lista de espera de empleados jóvenes que han solicitado trabajar en ellos.

Del estudio anual realizado por IESE Business School y Eres Recolocation este año (La batalla por el talento) se desprenden otros cambios en las estrategias de expatriación de las multinacionales españolas: baja de forma importante el número de expatriados que viajan con sus familias (parejas y/o hijos) y crece con fuerza el envío de hombres solteros, especialmente de entre 20 y 29 años, que sube un 4%. Las mujeres siguen en torno al 20% del total.
Los destinos también han variado, sobre todo ha crecido de manera notable la dispersión. Estados Unidos, China y Reino Unido, los principales países para las asignaciones internacionales de las grandes corporaciones españolas, concentraban el 77% de ellas en 2012 y el pasado año ya eran el 44% del total. Surgen países que antes no eran relevantes como Malasia, Indonesia, Argentina, Kazajistán y Colombia.

Y, sobre todo, se extiende la figura del nómada global, como se ha bautizado en el mundo al profesional joven cuyo estilo de vida es la movilidad internacional y para el que hay que desplegar estrategias de expatriación más flexibles y métodos de retención específicos porque el principal riesgo de este perfil para las empresas es su alta rotación. Si en su día los expatriados explorador y conquistador (quienes abren el mercado para la empresa y quienes lo hacen crecer) eran los pujantes, hoy lo más in es tener nómadas en el extranjero.