Saturday, 30 November 2013

Jornada Directivos CEDE 2013. Clausura. [9/9]


No hay árbol más recio y consistente que aquel que el viento azota con frecuencia. Con esta cita de Séneca terminaba el Presidente de CEDE, Isidro Fainé, su intervención en la clausura de la Jornada Anual 2013 de directivos, organizada por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos desarrollada el pasado 14 de noviembre en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, con el lema “Estrategias para la recuperación: el valor del directivo”, y a la que asistieron un total de 1.515 directivos.

El elemento diferencial básico de este congreso respecto a los celebrados en los últimos años es el que podríamos denominar optimismo moderado que subyacía en todas las intervenciones: comenzamos a vislumbrar la recuperación tras 6 años de crisis intensa, y en esta situación el rol del empresario y del directivo es fundamental: debemos estar preparados para afrontar nuevos cambios que se producirán y que en muchos casos estamos impulsando nosotros mismos.

El cambio, decía Isidro Fainé, es el único principio de gestión incontestable y los líderes deben prepararse para gestionar situaciones que ni siquiera pueden imaginar. El pasado no volverá y en estas condiciones de incertidumbre en las que en adelante debemos plantearnos nuestra función, el valor del directivo consiste en encontrar nuevas vías, nuevos paradigmas competitivos, nuevos negocios, … para competir en entornos que serán sustancialmente diferentes a los anteriores, de manera que serán las habilidades relacionales para crear quipos, el carácter, el buen juicio y la capacidad de liderazgo los que determinarán el éxito de los nuevos (y viejos) proyectos empresariales.
Necesitamos líderes que:
- Innoven (no administren)
- Desarrollen (no se limiten a mantener)
- Tengan perspectiva de largo alcance
- Pregunten y trasladen ¿qué?, ¿por qué?, ¿para qué?.
- Tengan la vista puesta en el horizonte
- Pongan en tela de juicio la situación de las cosas
- Comuniquen, convenzan (no ordena /impone, sino que inspira confianza)
- Consigan que sus colaboradores confíen en sí mismos
- Pongan la creatividad por encima de la obediencia ciega de manera que las organizaciones que fomenten la participación con planes específicos, el trabajo en equipo, incluso la disensión, tomarán mejores decisiones porque los empleados perciben claramente su aportación a la empresa y el sentido de su trabajo.